Este domingo, aunque un poco más frío, también fue un estupendo día de huerto.
Sentimos que el reportaje fotográfico sea escaso, pero nos fuimos con poca batería en los móviles.
Sólo podemos enseñaros el previo, pero al final del día quedó mucho trabajo hecho, y como siempre con una gran aportación de los churumbeles, esta vez en trabajos tan duros como recoger naranjas y transportar en bolsas de plástico hojarasca para la protección de los bancales.
Aún así les quedo mucho tiempo para jugar.
Las naranjas, además de para cumplir con el encargo para una partida de mermelada, servirá para hacer compost. Una conversación con nuestros vecinos de Permacultura nos ha resuelto la duda que nos planteamos la semana pasada sobre la posibilidad de aprovechar las naranjas amargas en el huerto.
Hay una manera:
Tener las naranjas un mes con agua en un recipiente.
Durante ese mes la naranja va soltando la penincilina (moho verde) que muere.
Al final del mismo se tira el moho muerto de la superficie del agua, se utiliza el agua para regar y se meten las naranjas en la compostera con el resto del material orgánico.
Corolario: hay que llevar un barreño grande o algo así. Ya hay unas cuantas naranjas recogidas.
Con respecto a la semana anterior deciros que todo lo que plantamos sigue vivo excepto una judía verde que ha sido devorada por algún inquilino del huerto que seguro estaba allí antes que nosotros, aunque no parece haber crecido mucho, ni el inquilino ni las plantas.
El domingo que viene volvemos.
Tenemos pendiente mejorar la tierra de la otra mitad de los bancales, aunque para eso debe secar y no parece que vaya a ser posible esta semana.
También tenemos que hacer los caminos-canales de la flor, con cartones, ramas, geotéxtil y hojarasca.
Esto último es difícil de explicar, mejor acercaros a verlo.
Hortelanos y hortelanas, ya ha pasado la Candelaria, ya es tiempo de sembrar.
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