Un domingo en el Huerto

Otro gran día en el huerto, y van tres …
En este se puso en funcionamiento el riego, y como no podía ser de otra manera estando Antonio de por medio, funciona muy bien: las lechugas y las cebolletas-cebollinos están perfectamente regadas. 








Lo de cebolletas-cebollinos es por no quitarle la razón a ninguno de los dos expertos que estuvieron polemizando sobre la cuestión.






Además hemos adornado los límites de la parcela con romero, tomillo y alguna que otra planta que tuvo flores hasta que unos hijos muy amantes de sus madres decidieron que las flores estaban más bonitas en los escotes al sol que todas lucimos. Seguro que el próximo día hay más para seguir acicalándonos.

Aparte de plantar también sembramos unas especies invasoras procedentes del Japón Imperial que prometen darnos unos rábanos (creo) dulces como las zanahorias. Muchas gracias a Mateo Kai, Pablo y Sachi por ese tesoro en forma de semillas.
Fue un día muy deportivo, pues además del levantamiento de azada con tierra que dejó la parte que estamos preparando para cultivo mediante permacultura casi lista, hubo quien fue y volvió corriendo, algunos que fuimos en bici vimos la media maratón, otros dieron sus vueltecillas al trote por el Alamillo, otras hicieron 10 km de empuje de carritos ….
También aprendimos que las naranjas son muy puñeteras y con ellas no se puede hacer compost. Y es una pena pues los niños dejaron los árboles de por allí bastante pelados. No sabemos si el encargo que hemos recibido de un cargamento de naranjas amargas para hacer mermelada va a poder cumplirse sin escalera.

Por supuesto comimos allí con mesa y mantel que a nosotros nos gusta que no falte de ná.



El miércoles volvemos a regar y a seguir moviendo tierra y el domingo a “ya veremos”.






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