Como esa idea se nos antojaba complicada fuimos pensando alternativas más a nuestro alcance, como el hacer nuestro propio bosque o empezar unos cuadernos de campo en el parque de al lado, que quedan para el año que viene porque el Instituto Jane Goodall España se ofreció a darnos una charla.
Conocimos por video conferencia a Rebeca, la veterinaria del centro de recuperación de Tchimpunga, en el Congo. Allí vive nuestro apadrinado Petit Prince con otros 150 chimpancés más. Descubrimos sitios maravillosos como Gombe en Tanzania, donde Jane Goodall inició hace 50 años el mayor estudio sobre chimpancés que existe. También nos enteramos de la existencia de las terribles minas de Coltán en el Congo y de la importancia de reciclar los miles de móviles que tenemos sin uso para intentar evitar algo del sufrimiento de millones de personas que padecen las luchas para el control de las mismas y el trabajo esclavo en su extracción.
Espero que a alguno le haya cambiado la vida, lo seguro es que a todos los que estábamos allí nos ha hecho un poco mejores.
Desde aquí queremos volver a agradecer a todo el IJG su participación en este pequeñísimo Club del Moro Isidoro y por supuesto invitarles a que nos sigan proponiendo actividades, lo que para nosotros sería un honor.
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