LOS PROTEGIDOS DE ATENEA

La fusión entre el cuenta-cuentos y el teatro del instante con la participación e improvisación de los niños ha sido un triple salto mortal sin red que Carmen Morón ha realizado con el apoyo de los dioses del Olimpo el viernes 18 de marzo en el Salón de Actos de nuestro cole.

Dado que en este caso la objetividad en la “crítica” resulta complicada para mi, contaré lo sucedido antes, durante los preparativos de los que también he disfrutado.

La idea de contar historias mitológicas rondaba a la artista desde el principio y la terminó de convencer una madre que le quitó el miedo a que fueran demasiado violentas (si se las compara con los Gormiti, Código Lioko o similares). Una vez decidido esto, Hércules era el primero en la lista, seguido de Perseo y Teseo, que se quedó en la recámara el pobre. El darle forma a la historia llevó un par de conversaciones y la primera idea dejó sin dormir a Carmen la primera noche buscando obras de arte que reflejaran las historias que quería contar. La técnica estropeó la idea, pues la calidad del material encontrado no daba para una impresión digna. Una pena, porque las cerámicas griegas eran un punto, aunque los Zurbaranes eran horrorosos aunque fueran de Zurbarán. Se salvó el cuadro de Las Hilanderas de Velázquez que dio su juego, y gracias a ello aprendimos (al menos yo) que de estampa de vida cotidiana no tiene nada la escena. El que las imágenes, aunque no fueran obras de arte reconocidas, cobraran vida fue una gran idea, la definitiva para transformar el cuenta cuentos en otra cosa, pues eso de convertirse en hidra, gorgona, o graya, además de en Hércules, Atenea o Perseo, hizo que todo el público quisiera formar parte de la historia y no siempre de manera ordenada. Menos mal que las manzanas del Jardín de las Espérides y las tablas de la actriz consiguieron reconducir la situación. Para conseguir el despliegue de medios fue fundamental la colaboración del marido de la artista que trasnochó con ella otro par de noches preparando una gran cantidad de animales mitológicos, todos ellos imprescindibles. Por la premura de tiempo también hubo que hacer uso de la técnica del escaneo, la copia y la simetría digital en horas de trabajo, que se compensará y recuperará con creces en los próximos días pues la alegría que da el colaborar en una creación aunque sea chiquitita, te da energía para rendir el doble la próxima semana.

Sí puedo decir que en las caras de los niños se percibía el asombro, la risa, las ganas de participar, y finalmente su gratitud y felicidad cuando los veías desfilar con sus trofeos a la salida.

Esta vez quedó poco tiempo para correr y reir en el patio. Misión cumplida
Muchas gracias.

1 comentario:

  1. Todo un reto para Carmen, que durante casi hora y media entretuvo a grandes y mayores con historias mitologicas y personajes casi reales en la piel de algunos niños.

    Gracias por ese buen rato, entretenido, cultural y ameno.

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